viernes, 14 de noviembre de 2008

Chile compra más F-16 y se prevé que a futuro tenga uno o dos KC-135 Stratotanker.

Los cazabombarderos de segunda mano comenzarán a reemplazar a los F-5E Tigre III del Grupo 7, cuya retención y modernización fue descartada por razones de costo y eficiencia. La decisión de estandarizar las unidades de combate de primera línea con F-16 –que debe generar beneficios en la forma de costos de entrenamiento, mantenimiento y logística-, también derivó en la cancelación de los planes de compra de dos Airbus A310 convertidos a transportes y cisternas, que en este último rol estaban principalmente destinados a apoyar a los F-5E.

La Fuerza Aérea de Chile (FACh) se dispone a concretar la compra de una partida de dieciséis cazabombarderos F-16 MLU de segunda mano, ofrecidos por el gobierno del Reino de los Países Bajos, para lo cual el gobierno chileno dio a mediados de septiembre la correspondiente autorización en los planos político y financiero. Los aparatos, que serán adquiridos a un costo de entre 170 y 180 millones de dólares, reemplazarán a los interceptores F-5E Tigre III que equipan actualmente al Grupo 7 de la V Brigada Aérea, basado en Cerro Moreno en las afueras de la ciudad de Antofagasta. Los F-5E serán retirados de servicio a fines del 2009.



La Fuerza Aérea chilena ya posee una flota de veintiocho F-16, integrada por diez ejemplares de nueva construcción de la variante C/D Block 50, que fueron encargados en el 2002 en una operación valuada en 660 millones de dólares; y dieciocho ejemplares de la variante A/B MLU, adquiridos de segunda mano a Holanda en el 2005 a un costo de 180 millones de dólares Estos aparatos reemplazaron a aviones de combate de los tipos Mirage 5 Elkan y Mirage 50/Pantera, dados de baja en años recientes.
El valor de la operación de compra de este segundo lote de F-16 MLU excedentes de la Real Fuerza Aérea Holandesa gira en torno a los 170 millones de dólares, y los aparatos serán entregados en el curso del año 2009. Los aparatos corresponden a la sub-variante modernizada M5, que es la más avanzada y equivalente al Block 40, permitiendo el empleo de un amplio rango de armas de precisión. La transacción de los aviones de combate incluye también la transferencia de un volumen importante de repuestos, así como manuales y soporte técnico adicional para el mantenimiento de las aeronaves.
Esta adquisición dejará a la FACh con una flota de aviones de combate de primera línea estandarizada en cuarenta y cuatro ejemplares del F-16, lo que debe redundar en economías de costo en aspectos relacionados con la instrucción, el mantenimiento y la logística.


IMPLICANCIAS



Originalmente se había considerado extender la vida de los F-5E Tigre III más allá del año 2015, pero una revisión de las células indicó que varios de estos aparatos tenían altos niveles de deterioro, lo que demandaría un extensivo y costoso programa de reconstrucción, que se sumaría a los costos propios de la mejora de su aviónica y sus sistemas de combate.
La decisión de retirar los F-5E a fines del 2009 también hace más entendible la cancelación, por razones de reorientación de requerimientos y reasignación de recursos financieros, del acuerdo subscrito por la FACh con la empresa española EADS CASA en agosto del 2007 para la adquisición de dos AIRBUS A310.

Los A310 iban a ser refaccionados y convertidos al estándar Multi-Role Transport Tanker (MRTT) por la empresa española en sus instalaciones de Getafe. Aunque el proyecto consideraba instalarles a futuro el boom o lanza –necesario para reabastecer en el aire a los F-16- el principal objetivo de los A310 en el rol de cisterna era apoyar la operación de los F-5E mediante reabastecimiento con el sistema de manguera y canasto. Pero ello presuponía mantener los F-5E en servicio más allá del 2015. Con la determinación de retirar esos interceptores, la necesidad de ese apoyo desapareció, resultando en la cancelación de los A310 MRTT en mayo pasado.
Ante la necesidad de un avión de transporte de personal de largo alcance, requerido tanto para realizar traslados entre puntos extremos del territorio chileno y a lugares distantes en el exterior –como el despliegue de tropas en operaciones de paz- así como el traslado de delegaciones oficiales en giras presidenciales, en agosto pasado se compró un Boeing 767-300ER de segunda mano al operador turístico portugués EuroAtlantic.
El avión de transporte, adquirido a un costo de 45 millones de dólares, arribó a Santiago en septiembre, debutando con el traslado de la comitiva que acompañó a la Presidenta Michelle Bachelet a la inauguración de las sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York. Mientras, el Boeing 707 “Águila”, único transporte de largo alcance y cisterna de la FACh, está siendo retirado.


Este nuevo escenario ha dejado abierta la necesidad de adquirir cisternas, ya que según fuentes oficiales –incluyendo el Comandante de la FACh, General del Aire Ricardo Ortega- el Boeing 767 no será convertido y equipado para cumplir misiones de reabastecimiento. Esa necesidad será cubierta en el corto a mediano plazo mediante la compra de uno o dos KC-135E Stratotanker de segunda mano. Distintas fuentes han confirmado que, para ese fin, la Fuerza Aérea chilena está en conversaciones con el Departamento de la Defensa de los Estados Unidos.
De acuerdo a fuentes en Washington DC, la FACh estaría buscando aparatos con horas remanentes suficientes para una operación no intensiva dentro de un período de entre 5 y 8 años. Los KC-135E provendrían de los aparatos almacenados por el Grupo 309 de Mantenimiento y Regeneración de Aeronaves (AMARG) en la base aérea Davis-Monthan en el Estado de Arizona.

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